12/19/2006

post 29

Me preparo calmadamente a vivir el nuevo año. Navidad, año nuevo y cumpleaños. Como si esto fuera poco, también le agrego aniversario, lo cual hace un cóctel con suficientes grados para voltear a un elefante. Depende de como uno se lo tome en realidad. El del año pasado fue más extraño, lejos, con frío ambiental y poca luz. El nuevo año fue recibido en Barcelona, con un buen banquete, con buena gente y con baile hasta que la hora empieza a pedir desayuno. Esos días marcaron muchos recuerdos, y una caravana intensa que no quería parar.
Siguió la ruta. París fue un buen lugar para saludar mis incipientes 29. A nadie se le podía ocurrir que los franceses no acostumbran comer torta, así que las velitas se apagaron en un pastelito nomás. El rigor de la vida de turista no dejó mucho tiempo para la reflexión ni para el típico flashback cumpleañero. Tampoco hubo mucho baile esta vez. La ansiedad y los ojos abiertos absorbían todo a su paso, y el cumple pasó colado entre tantas sensaciones.
El aniversario nº1 nos agarró más que agotados, en la parte final del viaje, cuando ya la vuelta es una realidad, aquella que en los primeros días parecía tan lejana que no llegaría nunca. Un salud sincero, y la tranquilidad de haber pasado momentos increíbles.
Ahora las cosas son distintas. Habrá mayor tiempo para pensar en los panoramas, habrá torta y velitas, serán treinta los años para mirar el mundo, los que han pasado.
Esto vendría a ser como el inicio de todas las reflexiones que se me vienen encima. En un par de semanas podré saber que se siente tener 30.

12/10/2006

Origen

Escribo escuchando desde mi ventana las hélices de los helicópteros y las bocinas sordas de quienes aún estallan tratando de comprender la magnitud de lo que esto significa. La ciudad está viva y arde por sus rincones. La gente está ya en sus casas, pero sus corazones laten con fuerza. El dictador ha muerto, y todavía no se como procesar lo que está pasando. En la tele empezaron los programas y se escucha su maldita voz como una metralla. Hasta cuando tendremos que escuchar su arrogancia y soberbia. Hasta cuando tendremos que soportar a quienes se derriten ante esa soberbia. Chile se deshace de sus porquerías. Me pregunto si será el origen de algo distinto. Si ahora se podrán soltar las amarras, si se podrá construir otro lugar sobre las cenizas de tanto sufrimiento y opresión.
No puedo tener mucha claridad con lo que está pasando. Lo único que se, es que mañana será un día distinto. Mañana se repartirán flores y sonrisas. Mañana no será nunca más igual.
El final no fue el que esperaba. Ojala entonces el origen sea el que lo borre todo, y de ahora en adelante, el camino se muestre abierto y amplio. Para allá voy.

12/05/2006

Manija

El otro día en uno de los habituales momentos de amplias y variadas disquisiciones (divagaciones, disgreciones) sobre la vida me puse a pensar en algo bastante obvio, que es que el camino que uno se va haciendo es fruto de un sinnúmero de decisiones, de disyuntivas y cosas así. Siempre quedan opciones latentes en el aire (o en el entorno, diría Luhmann). El punto es que iba en la micro, y la metáfora que me alumbró la existencia son las manijas. Depende de que manija te agarres el destino que vas a tener. Y ahí empezó la sombra de la duda, que ya más que algo esporádico, es como la voz de la conciencia.
¿Me habré agarrado de las manijas correctas?
Siempre que empiezo con esas preguntas voy viendo que las respuestas no son del todo satisfactorias, que quizás sí, que quizás no. En fin.
Algo que aprendí de mi terapeuta es que esas preguntas no sirven para nada. Que las respuestas no son nunca suficientes, y es más, que ni siquiera son válidas, porque no tiene sentido perder el tiempo en pensar las cosas que podrían haber sido, sino que lo mejor es ocuparlo en lo que hay, y en cómo mejorarlo, en el caso que corresponda.
En resumidas cuentas, lo de la manija es una reverenda pelotudez podría decirse, ya que con lo dicho, no tendría mucho sentido. Pero no es tan así. La verdad es que guardando las distancias y con un siempre bienvenido sentido de mesura, es bueno hacer una revisión de ciertas decisiones.
Las mías me dejan contento, en general. Hay cosas que me gustaría haber hecho, o metas que me gustaría haber logrado, pero tengo claro que algunas implicaban dejar de hacer otras, y no se que habría dejado de hacer.
Me habría gustado jugar más hockey. Y mejor. No haberme quedado en la lesión ni ponerla como excusa para no querer ir más allá.
Me habría gustado viajar más.
Me habría gustado estudiar afuera. (Las últimas dos no valen, porque todavía las puedo hacer).
Me habría gustado tener más tiempo a mis abuelos, o haber pasado más tiempo con ellos.
Me habría gustado no dejar tantos amigos en el camino, o gente a la que quiero, pero que nunca más volví a ver.
Me habría gustado jugar mejor al fútbol, aunque tan malo no soy.
Me habría gustado cantar mejor (cantar en realidad, porque canto como las pelotas) y tocar piano.
Bueno, como ven, muchas cosas. Algunas son alcanzables, otras quizás no. Algunas serán siempre deseos y otras ilusiones.
A pesar de todo esto, la lista de las cosas que tengo es infinitamente mas grande.
Tengo una familia maravillosa, una mujer que me entiende y unos hijos que me adoran.
Tengo amigos de oro, y se que los voy a tener hasta que me muera.
Tengo buenos oídos, buena cabeza.
Tengo un perro que me hace caso.
Cocino bien.
Disfruto de la vida, a veces menos de lo que me gustaría, pero disfruto bastante.
Tengo proyectos, ideas y ganas.
Soy un buen papá, dicho por mis hijos, no por mí nomás.
Y bueno, eso. Cargo también con una mochila de inseguridades, que a veces pesa más de lo soportable, pero que también se suele aligerar cuando lo necesito. Eso es parte de mí y ya entendí que no tengo nada que hacer por olvidarme de ella, sino más bien, aprender a llevarla como corresponde.

PD: como ya se que hay gente que lee las cosas que escribo, no estaría mal que alguna vez dejaran algún comentario.

11/20/2006

Hablemos de farándula mejor

O escribamos un paréntesis.
O hagamos cable a tierra.

Disfrutando de una tarde de domingo, de estas que invitan a alargar el día, por más que las responsabilidades de un nuevo lunes acechen sin ninguna misericordia, surge sin mucho ruido la frase que da título a este posteo. Afortunadamente, el sentido figurado da espacio para todo, y por suerte, lo que viene no tiene nada que ver con el mundo de kenitas y pamelas. No digo afortunadamente por un afán de instalarme en una suerte de olimpo intelectual que desmerece todo lo relacionado con nuestra bullante cultura pop, porque por más que a mucha gente le moleste, lo que tenemos actualmente en nuestras pantallas es en esencia pop, con todos su condimentos y escenarios para deleitarse infinitamente. Nada que hacer. Prefiero mil veces SQP a un reality, precisamente por eso, porque tiene realidad, algo de lo que paradojalmente carece el segundo. De que realidad hablamos, ese es otro cuento. Ese es el paréntesis.

Farándula como metáfora. Como los puntos suspensivos, la pausa, la luz roja. Se relaciona más con la necesidad de tener siempre a mano un salvavidas, hasta en las conversaciones más sencillas, a darse el momento de tomar un respiro para volver a saltar al vacío. Una y mil veces.

Hablemos de farándula es el recreo, a veces más grotesco de lo que uno quisiera, dejando más lugares vacíos y más puertas sin cerrar. Es dejar en suspenso las conversaciones, es jugar para no romper el equilibrio, es tantear el terreno, pisar liviano para no pasar de largo.

Hablemos de farándula, al menos un rato al día. Pongamos las cosas en neutro. Un rato, para tomar aire y después volver a al mismo lugar.

11/14/2006

Destructores, sensibles y cariñosos

Hay veces en que el lenguaje nos hace ciertos guiños extraños, y las palabras nos seducen más por su brillo estético que por su significado.
Lo que está puesto por título hace mención a eso mismo, mezclado con sensaciones y emociones. Surgió de boca de la profesora de Gabriel, explicando un taller que van a hacer. No me daré la lata de describirlo, simplemente quise recuperar esas palabras que quedaron dando vueltas en mi cabeza.
Con esto doy inicio a un nuevo posteo, con asociaciones libres acerca de cosas tan livianas, que de tanto volar llegan finalmente a ser el centro de las ideas.
Lo del título habla de virtudes, de las propias formas de observación sobre uno mismo, de las dificultades para poder darse cuenta cuales son los lugares a los que podemos llegar, los que pisamos a diario, los que miramos desde lejos, buscando alcanzar.
Un ejercicio simple, que comienza en sacar los prejuicios, en ver las cosas sin ataduras, enfocar la mirada sin miedos y dejarse llevar. Los resultados dependen de cada uno. Me sorprende que los niños sean capaces de mirarse y mirar a los otros como algo natural, que de adultos vamos desaprendiendo, o contaminando con muchas otras cosas.
Bueno, yo sigo con mis esfuerzos de volver a aprender, dándome cuenta de que no es un proceso fácil ni rápido, sino más bien, una forma de ver las cosas.
Me gusta, sirve como una forma de limpiarse, de mantenerse más activo.
En mi caso, no se si seré destructor, sensible o cariñoso, quizás a veces alguna, quizás todas. Mis virtudes y mis miedos están lejos de ser tan simples, no en un sentido negativo, sino todo lo contrario. Envidio esa capacidad de expresar el sentido en una sola palabra. Los niños pueden hacerlo, como algo natural. Yo trato y trato. Y en eso sigue la vida. Ahora más fluida, menos densa.

10/17/2006

Espejo

No hay peor vacío que el de la hoja en blanco. No hay más grande desafío tampoco. Después de una relativa tanda prolífica de posteos, algo así como agarrar el ritmo virtual y asumir un compromiso inexistente con los también inexistentes lectores, apareció el temido vacío, las hojas en blanco, la tensión entre la falta de ganas y falta de motivos. Más lo segundo que lo primero.

Entonces, vuelta a lo mismo y golpear de nuevo las mismas puertas. Asombrarse otra vez con lo sencillo y bello que es conectarse con uno mismo, ver que pasa, tomar el pulso de las cosas, darse una vuelta y ponerse a pensar en lo que se cruza ante la mirada. Este ejercicio, cotidiano y sencillo, pasa muchas veces de largo, inadvertido para los sentidos, siempre tan ocupados en seguir adelante, acelerador a fondo.

Por eso ahora, siento una obligación de hacer una pausa en el camino, por conciencia y compromiso con uno mismo.

¿De que se trata todo esto? De ser capaz de abrir los ojos cada vez con más fuerza. De sentir que la vida pasa sin pedir permiso, y simplemente es uno el que le pone los acentos y las comas, el que da las vueltas, las cortas y las largas.

Los pensamientos están mostrando una calma que se había hecho esquiva, pero que ahora es más amiga. Me gusta esta calma, me gustan estas pausas. Poner la cabeza en blanco y conectarme con las ideas que por insensata timidez se tratan de quedar fuera. Con la melancolía que acaricia desde la espalda a los hombros.

Es por esto que escribo. Para mí, porque me hace falta, porque me devuelve la idea de lo que soy, y porque me muestra que estos instantes son los que hacen de la vida algo para vivir a fondo, para disfrutar, para pensar.

9/11/2006

Marinero y Centinela

Centinela y Marinero,
Luchan por salir primero.
Tras patadas y empujones
Salen juntos a tirones.

Marinero y Centinela
Dieron juntos con la idea
De seguir siempre adelante
Sin respeto al comandante.

No te apures Marinero
Que el camino sigue entero.
Debes mantener la vela.
Te lo dice el Centinela.

Con tu mano Centinela
Debes plantar la bandera,
Tu palabra, tu sendero
Te lo dice el Marinero

Marinero y Centinela
Viajan dejando una estela.
De sonrisas, de canciones.
De fusiles, corazones.


A Gabriel y a Xabier, por sus travesías en mares cada vez más eternos.

Azul

Desde los secos parajes del norte asoman estas pocas y a veces silenciosas palabras. Silenciosas más por falta de ansiedad que por intenciones más profundas.

Hay momentos en los cuales vale la pena hacer un paréntesis sobre lo vivido. Abrir los ojos y respirar profundo, tanto que pareciera contener el mar en un solo aliento.

La claridad del cielo irradia con una sensata presencia. Marca en la tierra las huellas de lo que vendrá. Muestra los pasos andados, de manera más sincera y concreta que estas mismas palabras.

Llevarse un poco de esta energía basta y sobra. Cargarla no pesa, más bien libera y sostiene los pensamientos en sus lugares. Fija los ojos en un punto invisible, que se cruza constantemente en mi camino. Que no se ve, pero siempre se que está al alcance de la mano.

Cosas tan simples y a la vez tan lejanas e inalcanzables, que vuelven a ser de nuevo en un instante, en mi conciencia.

Reflexiones libres, cada vez más hondas, cada vez más presentes. Ideas que van y vienen sin permiso, que en su camino, en la mitad de sus viajes, van despejando el peso de lo vivido.

9/10/2006

Gabriel


En el fondo de la casa
Está sonando un cascabel.

Da unas vueltas en el aire
Y se vuelve a detener.
Anunciando, con mucha prisa,
Ha llegado Gabriel,
Con su hermosa y gran sonrisa.

Xabier


Y de un árbol bajó Xabier,
Con sus manos y sus pies.

Trajo rayos y centellas
En su caja de sorpresas.

Escuchan esa risa que viene volando?
Es Xabier, que viene llegando.

9/05/2006

Llaves

Las puertas se abren más de mil veces. Por igual cantidad de veces que se vuelven a cerrar. Eso podría ser una ecuación que deja siempre en el mismo lugar. Pensarlo así sería un enorme error.

Cada palabra empieza a construir todo de nuevo, peleando con los ruidos y con las amarras, que son ciegas, que no quieren ver. Que no se dan cuenta. Que somos nosotros mismos, los que atamos y los que quedamos atados. Que fácil sería poder deshacer y volver a empezar, no volver a tropezar, no caerse ni negarse a oír, no ver, dejar de sentir.

No es tampoco un abismo. Puede serlo, de los peores, pero eso será sólo por un momento. La puerta se vuelve a abrir, y esta vez, por más que no sea ni la primera, ni la mejor, ni tampoco la última, el camino se ve igual de amplio que las otras veces, igual de abierto.

Empiezo de nuevo a empujar el carro, aunque no estoy seguro si tomaré los mismos caminos. Más de alguno se repetirá, al menos hasta la próxima vez que vuelva a empezar.

No quiero dejar de mirar atrás. No quiero olvidar, y seguir adelante cargando con los mismos miedos, con la misma esencia. Sin esperar nada. Sólo seguir, y las llaves seguirán abriendo las puertas, y las cosas seguirán adelante. Y en el aire quedará mi voz y mi olor. Y cada paso será un día nuevo.

9/01/2006

Banda de sonido, sin más palabras.

Gracias Juan. A través del universo.

Words are flying out like endless rain into a paper cup
They slither while they pass
They slip away across the universe
Pools of sorrow, waves of joy are drifting through my open mind
Possessing and caressing me
Jai Guru De Va Om
Nothing's gonna change my world
Nothing's gonna change my world

Images of broken light which dance before me like a million eyes
That call me on and on across the universe
Thoughts meander like a restless wind inside a letter box
They tumble blindly as they make their way across the universe
Jai Guru De Va Om
Nothing's gonna change my world
Nothing's gonna change my world

Sounds of laughter shades of earth are ringing through my open views
Inciting and inviting me
Limitless undying love which shines around me like a million suns
It calls me on and on across the universe
Jai Guru De Va Om
Nothing's gonna change my world
Nothing's gonna change my world



8/30/2006

Mis amigos

Muchas veces, en instantes de profunda y melancólica soledad, suelo pensar en que me gustaría tener más amigos, o al menos, más gente alrededor, con la cual compartir esos momentos. Aparecen, van y vienen ideas y ocurrencias respecto de las personas, los lugares de donde podría provenir este nuevo contingente. La cabeza vuela sin parar, pasando por delante de todo tipo de ideas y situaciones, hasta de los menús para cocinar al invitarlos, los lugares donde ir, los temas para conversar y un sinfín de cosas.

Resultado. Misma sensación de profunda soledad. Diferencias. Que soy muy afortunado. Por qué. Porque tengo muy buenos amigos, porque tengo en la mente momentos que a esta altura son eternos, porque veo en ellos lo mucho que me quieren, y en eso también veo el reflejo del cariño que doy.

En definitiva, los lazos de amistad que uno va construyendo no son más que la propia proyección de la historia que nos define. Muchos se han perdido en el camino, algunos por situaciones puntuales, otros sin mayores justificaciones que la distancia que agranda los silencios y va apagando de a poco los sentimientos, hasta dejarlos en recuerdos de lo que fue. Con el tiempo la compañía se va haciendo a veces instrumental. Uno tiene amigos por muchos motivos, pero en el aire se va alzando una pared que impide cruzar la línea que separa a esos amigos de aquellos que entran al corazón. Por muchos motivos, uno más se defiende que lo que se abre. Al final somos todos bilardistas (que manera de ser efectivas las metáforas futboleras).

He tenido la suerte de cruzar esa línea varias veces, y de haber recorridos largos caminos junto a mis amigos. Haber vivido los encuentros y los desencuentros. Haber perdido tiempo por razones que ya ni me acuerdo, pero que al final es un poroto al lado del tiempo ganado.

Punto aparte por el esfuerzo que sognifica también ser papá y tratar de ser amigo. Creo que en eso algo he avanzado, un poco al estilo de Dr. Jekyll y Mr. Hyde, con altas dosis de mezclas un poco esquizoides de personalidad, pero con momentos de gozo pleno y poderoso.

Escribo esto porque a pesar de que mis grandes amigos no están cerca, en ellos veo la historia que hablaba antes. La veo hacia atrás (cada vez más, no en vano voy para los 30), pero también hacia adelante, sin presiones ni necesidades absurdas de cercanía, sino más bien como el resultado de la vida, y como la realidad que acoge, en su lado más benigno y placentero.

Volviendo a la soledad, no es más que un paréntesis necesario, a veces prolongado, pero que acentúa con fuerza esos sentimientos. No reniego de que preferiría tenerlos a todos al lado todo el tiempo, pero si la amistad es lo que es, si es tan fuerte, es también por eso.

Bueno, es todo. Un pequeño reconocimiento.



8/22/2006

Camino

En estos días me ha costado mucho mirar las cosas que han pasado. La memoria sigue fresca y las heridas están muy lejos de cerrarse. El desafío se vuelve a armar a cada rato y las consecuencias aún no se dejan ver con claridad. Eso va a ser así, no va a cambiar. Entonces, no queda más que poner los puntos donde corresponden y marcar el rumbo.

Difícil es comprender, pero a falta de certezas (quien puede hablar de ellas) tenemos nuestros propios dilemas, nuestras verdades y mentiras, y en el fondo, la mezcla de todo eso es lo que somos. No hay que dejarse llevar, porque las cartas ya están jugadas, y las miradas lo dicen todo. A veces con más vueltas que las aconsejables, con más dolor y menos suerte.

Al fondo se abre el camino. Es cosa de querer ver.

8/17/2006

Off

Increíbles son los momentos en que te dejan sin hablar, de tanto que pesa el alma.
Movidos, vacíos y eternos.

Los últimos días han estado llenos de sucesos que llevan a pensar en un montón de cosas. En el amor omnipresente. En el odio de vivir. En la deriva de la duda. En las caretas de cartón. En el peso de la conciencia. En la traición de la mentira y de la verdad. En el riesgo de mirar a los ojos. En la confianza inasible. En la maldad de las palabras. En la piedad que destruye.

Necesito energías para poder zafar de esta. Necesito hablar con los que me llegan al corazón y darme cuenta de que madera están hechos los demás, aunque duela. Aunque significa borrar un puñado de años en vano.

¿Será aprendizaje? Frase mía de cabecera, que las cosas pasan para aprender, que te ponen dificultades para que demuestres que las sabes sortear. Se me fue a la mierda la imagen. Esto desborda cualquier interpretación o figura que se pretenda hacer con lo que realmente pasa.

Esta historia es una mierda, y todos los actores también.

Momento de empezar de nuevo. Momento de dejar atrás lo obscuro. Apretar las manos para ver hacia donde ir, con los ojos cerrados y los oídos vacíos.

Creo que esta puede ser la mejor respuesta, para dejar claro que este es el final de la historia. Para dejar más claro aún que no quiero escuchar nada más. Para que todos se pongan un espejo por delante y construyan a partir de sus propias vidas. La mía dejenla en paz. Ya tengo suficiente para tener que contener aún más. Ya me ha tocado pasar por muchas cosas, y creo que a pesar de todo lo he llevado, pero le pongo fin a todo esto. Cada uno en su cueva y con sus propios demonios. Yo con los míos me quedo tranquilo.

Esta es una nueva etapa. Distinta. Sin ataduras del pasado y en la cual la correré solo. Les pido respeto y distancia. Este viaje lo voy a hacer solo. Quedémonos mejor con los buenos momentos.

8/03/2006

No comments

Las ganas que nunca faltan me han impulsado a poner unas líneas por adelantado, a la memoria de la que somos parte, algunos más, otros menos.

Lejos de cualquier proselitismo o panfleto, debo decir que estos días han sido extraños, desde que se supo que Fidel está complicado. Después de tantos rumores sobre sus enfermedades, muertes, sacrificios y demases, el amigo tiene más vidas que todos los gatos juntos. Notable está Galeano en el libro de fútbol, que en cada nueva década hace su reseña de lo que ha pasado, y desde el 60 hasta la actualidad "fuentes muy confiables de La Habana anuncian que el gobierno de Castro está por caer..." dulces ironías para ver lo que nos toca ahora.

El punto es que me ha dado pena, y no tiene que ver con levantar banderas, sino con algo bastante más simple y humano. Con el tiempo a Fidel se lo termina queriendo. Aunque en algunos momentos de mi tierna juventud abracé sus ideales, patria o muerte y hasta la victoria siempre, el tiempo me ha distanciado y ya no es lo mismo. Quedan cosas, valores y convicciones, pero no los fundamentalismos. En fin. No se trata de esto.

Ahora, que el barba (como dice Diego) está mal, asoman un montón de personas, que incluso desde veredas políticas contrarias, han comenzado a sentir esta incipiente pérdida, levantando todo tipo de anécdotas, que en el fondo, lo único que han hecho es dejar claro que por sobre todas las cosas, Fidel es un gran tipo. Tiene cosas malas, como todos, pero es jugado y va a muerte con sus ideales, y en este mundo, eso es más que suficiente. Quedarán sus historias, sus discursos, sus lealtades y de las otras.

Todo esto ha removido recuerdos viejos, de aquellas muertes que me han marcado, que piantan lágrimas. Recuerdo ahora a Piazzolla, cuando llegaba a Buenos Aires en las últimas, a morir allá. A Soriano, en un verano de calor y su muerte injusta y temprana. A los BVSC, que se fueron todos juntos, de a poco, a seguir guarachando más allá. A Harrison. A Nina. A Luca, cuando recién lo empezaba a querer. Se me olvidan varios, seguro, la memoria ya los traerá de nuevo.

Todos ellos me dejaron algo y su retirada marca momentos a fuego.

Sin duda con Fidel es lo mismo, o más, quien sabe. Lo voy a extrañar cuando no esté. Espero que aguante un ratito más, para conocer Cuba antes de que le impongan que hacer, y porque no hay otros que lo puedan reemplazar (ni hablar de Chávez, ya se lo quisiera, pero la falta tanto....). Es todo.

7/27/2006

Santiago (I)

Hoy en la mañana hacía un especial frío. El cielo estaba muy azul, algo que no ocurre todos los días en nuestra ciudad. Santiago estaba mostrando una careta de las buenas que tiene. Fue cosa de mirar las montañas para sentir la sensación de que todo se detiene. De volver al lugar más simple de todos, en el que uno es sólo un pequeño observador dentro de un escenario demasiado grande.

Esta es lejos la cara que más me gusta de Santiago, junto con la paz de febrero. Lamentablemente, son sólo momentos, que duran muy poco y que se disfrutan mucho. Ya son las 11 am y el cielo no es lo mismo, las montañas no se distinguen de la misma forma. Ya subió la bruma y el smog, lo que nos recuerda el peso real de las cosas y los tintes oscuros de la cotidianeidad.

Pienso en el smog como una metáfora del pesimismo, que aunque no lo veamos, se siente siempre en las caras y en las miradas. En el trajín de la gente caminando por la calle, desafiando las probabilidades de encontrar una mirada con profundidad, con algún dejo de felicidad. A veces volviendo del almuerzo me dedico a mirar a los ojos a la gente en la calle. Descontando que son infinitamente menos los que devuelven las miradas, es para morirse ver la cara de preocupación de la gente, de los viejos, los oficinistas. Parece que ya nadie ríe. En la micro lo mismo. La gente se consume, ya no quedan energías. ¿Qué diría Bataille de todo esto? ¿Dónde está la parte maldita?

La verdad, el ánimo inicial era otro, más lírico, pero subí a mirar de nuevo las montañas, y el panorama no fue el mismo que en la mañana. Bueno, el contexto tampoco es el mismo. Iba con la Panchi y los niños y parecía que el blanco de la nieve encandilaba. Ahora era sólo un reflejo, manchado por las nubes grises. En fin. Prefiero quedarme con la imagen inicial, y resaltar eso, de que al menos tenemos el lugar, sólo falta apropiarse de él.

7/26/2006

Manejo de presiones

Esto de tener un blog tiene sus pro y sus contras. Muchas veces no hay muchas ganas de escribir, sensación que se ve notablemente aumentada al sentarse delante del teclado. Extrañamente, las ganas e ideas aparecen precisamente en esas situaciones en las que no es posible dejarlas escritas en un computador (al menos para mí, no tengo laptop, y si lo tuviera, no lo sacaría en un café para escribir un post, por ejemplo).

El asunto es que hay que hacerse cargo, no es cosa de registrar un blog y chau. No señor. Por lo mismo escribo estas líneas, que si bien parten con una idea al aire tienen un sentido más largo. Es la forma como nos manejamos, la necesidad de fijar ciertos espacios que nos ayudan en la búsqueda de nuestra propia forma de desenvolvernos. Siempre es más fácil tener las ideas de como hacer las cosas que hacerlas derechamente.

En ese punto está lo que nos define a la larga.

Este blog surge por una necesidad personal de escribir al menos algunas de las cosas que pasan por mi cabeza. De tener un registro personal de reflexiones cotidianas que no representan más sentido que el hecho de escribir libremente. En un principio, ni siquiera lo había contado, que estaba escribiendo, pero ahora al menos le dije a mi mujer, que la verdad mucho no me pescó, pero por lo menos me sacaba de encima el peso del secreto.

No tengo tampoco un tema en particular para desarrollar en este blog. Todo lo contrario. Precisamente se trata de escribir, sin ataduras ni tampoco pretensiones. Esto sonó más a una presentación, algo tardía, pero espero que clara y sencilla por lo menos.

7/11/2006

Gracias Winston

Haciendo una lectura absolutamente personal y lo más lejos posible de convertirse en una crítica, revisión, columna, apología o lo que se le parezca, procedo a rescatar a un proyecto de referente total de acá en adelante. Vayan a ver flores rotas. Aprecien lo que es una expresión vacía, llena de interrogantes que todavía ni se hacen, sin más que tres metros de profundidad en la mirada. Ese es Bill Murray, un capo. Da la impresión de que Jarmusch hizo esta película y ya tenía decidido el actor, aún sin tener guión.
Pero más allá de eso, de como actúa este tipo y de las lecturas que tiene la película, que me gustó mucho, quiero mencionar a Winston. Un actor secundario, que sin mucho por hacer, es el núcleo de la película. Es la voz dentro de Murray que le dice que se despierte, que salga y que vea. Que lo que ha hecho vale la pena, y que afortunadamente no todos lo ven como él se ve a si mismo.
Winston es como nuestra voz de conciencia, pero no esa que constantemente hace de juez siendo parte consistente del juicio. Y por lo general falla en contra. La que muchas veces queda relegada en la falta de voluntad, no pasa más allá de las ganas de hacer las cosas, que lamentablemente siempre llegan más tarde que los deseos.
Winston es la contracara de eso. En su cabeza está el camino, y sus ideas son sobre cuál será la mejor forma de recorrerlo. Y si se pierde, va de nuevo. Y si no llega, no importa. Repasa lo que hizo y le busca el lado bueno. Aprende de los errores para no volver a perderse. Buenísimo.
Un punto aparte por la música y la estética. Otro punto aparte por el montaje. Y un tercero por la cámara, por la escena final.

7/03/2006

Al que no le guste el fútbol que no lo lea

Bueno, con el título queda claro el tema de este post. En rigor, no es tan estricto que no se puede leer, pero de paso me saco de encima toda una serie de cuestiones respecto de explicar por qué quedé hecho mierda después del partido de argentina y del fin del mundial. La verdad es que los sentimientos que pasan por la cabeza en esos momentos son muchos y muy rápidos, y enseguida se repiten una y mil veces las escenas del partido, las pelotas que podrían haber entrado, el gol que nos hacen, los penales y la cara de los alemanes terminando el partido (y especialmente la de un chileno deseoso de haber nacido en Alemania que gritaba los goles en la mesa atrás mío en el Nuria, al que dediqué un par de miradas de odio, pero nada más).

Caminando de vuelta al trabajo me dí cuenta de cuan importante es para uno el mundial. Para el próximo ya voy a tener 33 años, va a ser el 9º en mi vida (aunque de los dos primeros no me acuerdo nada) y los balances se suceden uno detrás de otro. Primero, desde el que se jugó en estados unidos que el equipo no me había ilusionado tanto, en este equipo era como si uno tuviera que elegir el planteo y el técnico te lo respaldaba. Jugamos a lo argentino, poniendo el fútbol y los huevos que había que poner, metiendo los goles más lindos del torneo, dejando al local en vergüenza con un toque en toda la cancha, con la necesidad de poner un árbitro de mentira para el partido y así ir ganando un par de porotos. Pero no más, porque esto está sonando a excusa y lo que quiero hacer está muy lejos de poner excusas. Simplemente estoy triste, por los jugadores y por el técnico, y porque quiero festejar de una buena vez, quiero salir campeón, salir a la calle, poner banderas y todo eso. Quiero seguir aliementando los recuerdos y disfrutar del fútbol, porque eso es algo que sin duda nos dejó este equipo. Todos los que vimos los partidos pudimos disfrutar de buen fútbol, y eso se agradece.
Seguiré esperando a Román, que no deja de ser enorme, a Messi lo veré en el próximo, con Carlitos y el Kun, sumando a Gago y toda la banda, que igual que yo, quiere festejar.
Será entonces para el 2010, una fecha que suena totalmente lejana y desconocida. Son cuatro años más, una locura de tiempo. Los niños van a tener 13 años, la misma edad que yo tenía en Italia 90 (y sí, la misma tienen ahora que cuando celebré en México 86, a la mierda las cábalas) y espero que lo vivan igual como lo vivieron ahora, como hinchas de verdad.

PD: menos mal que perdió Brasil, y dicho sea de paso, quedó claro quien tiene el mejor fútbol, y no son precisamente los brasucas.

6/28/2006

Collage

Tratando de pegar una foto en este medio no me queda otra que respaldar estas intenciones con palabras, que llenen al menos el ánimo inicial y la cada vez más frecuente frustración informática (léase con esto que la voluntad se quedó en el tratando, porque todavía no lo logro). Es verdad, el tiempo va pasando, y lo que antes era un lenguaje ampliamente dominado, ya se va convirtiendo en un compendio de incomprensibles. Me gana el blog, apenas me manejo en rss (en realidad, más me mareo que me manejo) y una pila de cosas más que ya serán mis hijos quienes me las enseñen.

Bueno, la foto que quería pegar es un collage de las fotos de las vacaciones de este verano, que en realidad fueron de invierno, en fin. Entonces, quedará pendiente la imagen de la bella Eiffel. Lejos de cualquier posibilidad de quedar tachado como un compendio de cursilidades, me hago cargo 100% de todos los lugares comunes que me dejaron marcado en este viaje, empezando por la Torre, siguiendo por los jardines, el arco, la ópera, y sigue... París es una belleza, y está hecha para eso, para deslumbrar y brillar, literalmente.

El hecho de hacer este viaje con los niños le agrega también un aire distinto a todo. Saber que en el preciso momento que están mirando están construyendo los recuerdos que volverán a ver una y mil veces más durante su vida es algo que emociona mucho. En cierta forma, éramos cómplices de lo mismo, cada uno en su forma, pero jugando a lo mismo. Sólo por eso, ya todo es muy significativo. Después vienen los lugares comunes. Y como me satisface decir que me vienen de perilla y no me puede importar menos que a la larga, por más que uno trate, en parís somos todos turistas, no hay nada que hacer.

Me reservo un montón de cosas, que no vienen al caso, y que a ojos ajenos pueden parecer muy simples y aburridas, pero en mi memoria son precisamente las que más vuelven. Salud por los crépes de bananne et chocolat.

Segunda escala. Barcelona. Acá las cosas son distintas, partiendo por que tuvimos unos estupendos guías de la ciudad, de día y de noche, aunque en promedio de horas seguramente fue más de noche que de día. Entre tantas cosas hermosas que tiene esta ciudad, lo que más me impresionó no fue precisamente tangible. El ritmo. Eso. Funciona todo con buen ritmo. Ni rápido ni lento, pero ciertamente muy bueno. Y de noche todo se transforma sin un minuto de pausa. Buenísimo. Un espacio privilegiado para DJ B80m, rey de la noche.

Bueno, aquí terminan unas crónicas especiales sobre mis vacaciones.


PD: al final, luego de muchos intentos pude pegar la foto. No es que no valga lo que puse como introducción, pero al menos el final fue feliz.

6/23/2006

Senda

No se si sea válido hacer un balance de esta semana, ha pasado muy poco tiempo, y probablemente mis ganas de hacerlo sean más grandes que el peso de las cosas que me han estado ocurriendo. Vamos por partes. Por poco tiempo que sea, hay que darle la posibilidad de que agarre vuelo. Creo que las cosas han ido bien, me gusta mi nuevo trabajo, los compañeros y las expectativas que se van armando.

Lo claro es que tengo ganas de escribir al menos un poco respecto de estos días.

Lo más fácil es siempre mirar las cosas del modo al que estamos acostumbrados, pero en eso entramos en un juego que puede ser peligroso. Por eso, lo que quiero ahora es precisamente poder cambiar ese foco. Las cosas han cambiado. Ese es un buen principio, pero no es todo.

Faltan muchas cosas por encarar, partiendo por la apertura de este blog, lo cual no se vislumbra como algo fácil, menos con lo poco dócil de mi pluma, cosa que espero se resuelva con el tiempo y las buenas ideas.

Pero no es ese el tema, no quiero dejar que se pierda el centro de la escena. La cosa ahora es que se muestre la buena senda, que se deje ver. Y bueno, para allá me voy entonces.


PD: ay ay ay, vamos argentina!!!

6/20/2006

3 cosas

La semana que recién pasó fue bastante movida, por decirlo de alguna forma. O mejor dicho, bastante significativa. En ese corto lapso tuve la intención de dejar posts por tres motivos, los cuales mencionaré de manera sucinta.

1.- Cumpleaños Nº9 de Gabriel y de Xabier.
2.- Nueva Pega.
3.- Argentina 6 - Serbia y Montenegro 0.

Cada uno en su propia dimensión, han hecho de estos días algo muy agradable. Con los niños he aprendido a mirar en ellos lo que soy, y la satisfacción de ver como crecen y se van convirtiendo en personas que darán mucho que hablar, por lo menos dentro mío.
Gabriel es cada día más impresionante. Su forma de pensar las cosas y sus reacciones ante lo que conoce y lo que no conoce no dejan de agradarme. Me encanta que vaya encontrando sus lugares en el mundo, que vaya afirmando la confianza sobre su propia persona y que se de cuenta de que lo que piensa empieza a tener más cuerpo e identidad. Me encanta mi hijo y lo adoro.

Xabier es un personaje. Impulsivo. Explosivo. Tiene toneladas de energía por liberar y montones de formas por descubrir. Me emociona como enfrenta las cosas y lo valiente que es. Su historia lo acompaña a diario, sus ganas de vivir son sobrecogedoras.

Ambos tiene cosas malas, pero no viene al caso. Desde cualquier punto de vista, el balance de estos nueve años es sobresaliente y lejos lo mejor de la vida. La felicidad de los niños es mi felicidad, y en eso no hay muchas vueltas. No es posible describir lo que se siente al verlos sonreír, al verlos compenetrados en sus misiones imposibles. Muy cursi será, pero el publicista que hizo la campaña de mastercard la pegó en el palo, para todo lo demás, existe mastercard. La pura y santa verdad. Espero que mi hermano se despache alguna vez una publicidad de ese estilo. Estaría bueno.

Punto 2. Mi nueva pega. Importante decir que es parte de un proceso que me toca muy profundamente. La necesidad del cambio, en todo sentido, cobra realidad en este tipo de cosas. Espero que esta sea una gran oportunidad. Espero aprovecharla al máximo y que sea el inicio de cosas mejores. Segunda felicidad.

Punto 3. Vamos Argentina. Nunca había estado tan nervioso antes de un mundial. No cabe explicar lo que se siente, porque no tiene palabras para expresarlo. Sólo decir que me froto las manos pensando en la selección y la imagen de mi abuelo gritando el gol de burru en la final del 86 se me viene a la cabeza una y mil veces. De todos los recuerdos que me van quedando, ese está en el top 2, seguro, junto con mis primogénitos (no es un contrasentido, en este caso son dos).

Al final este post pareció un telegrama. Espero ir agarrando vuelo más adelante. En el fondo, para esto también escribo este blog.

6/07/2006

Primer ensayo-error

Es inevitable pensar en este post como una dura prueba, contra todos los miedos y fantasmas que sin permiso acompañan, a veces mas seguido o a veces más pegados.
En fin, era necesario dar el paso en algún momento. Agarrar las cosas para ver si se ponen en línea, al menos, dentro de lo que espero.
En el último tiempo he estado ocupando mi tiempo en eso. En ver las cosas no como una consecuencia cósmica, sino como el resultado de mi historia.
Vale la pena. Cambia la forma, agota, se extraña, golpea. Aclara. Ayuda.
Aunque me resista a verlo de esta forma, se que las cosas se están moviendo, dejando para la risa el lugar estoico que siempre me habían regalado. Las respuestas están ahí, sólo falta dejarlas en paz. De nuevo, vale la pena. De eso se trata.
Tuvo que ser necesario remover toda la resaca de años, aunque estoy recién empezando, me doy cuenta que no hay nada entre medio, que es cosa de querer.
Suena todo un poco confuso, ojalá pudiera quedar acá como lo tengo en la cabeza. Con en tiempo las ideas saldrán con más tranquilidad. Este es sólo un ensayo-error. Así le puse para empezar. Quizás debiera haberse llamado inicio, o algo así.