11/30/2007

Casamiento Parabens

El viaje a Brasil sigue volviendo. Uno de los principales motivos de este viaje era el casamiento de mi gran amigo Arturo con mi gran amiga Paula. Arturo no es un tipo común y corriente (Con lo que estoy diciendo se podría entender cualquier cosa...), y le tocó encontrar en la vida a una mujer con la que hace una hermosa melodía. Pan y dulce de leche, frutillas con helado de limón, en fin. Grandes combinaciones. Me encantó verlos a estos chicos.
El problema vino después. La gente acá me preguntaba del matrimonio. Como no tenía fotos, trataba de explicar, y en este caso (como en muchos otros, siempre), las palabras quedaban chicas. Algo así como una mezcla de una película de Chaplin con Kusturica. Van algunas fotos. Ojo con la metamorfosis de los novios...


11/25/2007

Vista al mar


Sin tener una idea clara del por qué, mientras estaba disfrutando de una maravillosa noche en el recital de Serrat y Sabina (que sin duda merece comentarios aparte), se me ocurrió que algo que quiero hacer en algún minuto de mi vida es vivir con vista al mar. Y es verdad, hay pocas cosas que me inmovilizan tanto como mirar el mar. Y no es una inmovilidad sin rumbo, sino todo lo contrario. Es dejar sólo espacio a la vista para hacerse cargo de lo que pasa por delante de nosotros. Es dejar de respirar por los pulmones, sólo para dejarle todo a la mirada.
Bueno, igual queda algo para el resto de los sentidos. El sonido del mar es inigualable, y no cansa. Te puedes dormir con él, y será una gran noche. Te puedes despertar con él también, y esperar que sea un mejor día.
El olor del mar es también una maravilla. Su sabor también. El tacto sale perdiendo, si fuera menos frío sería mejor.
Recuerdo de niño, llegando a la playa, primero pasando por la Cuesta El Melón, que en ese entonces era un cerro sin túnel, empezaba la ansiedad, que entraba primero por la vista, al pasar Longotoma, pasado la cuesta, en una curva se alcanzaba a divisar un cachito del mar. Esa era la señal de que empezaban las vacaciones. Pichidangui esperaba paciente para recibir a este humilde veraneante. Después era llegar, tirar las cosas y correr a bañarse. Todavía hago lo mismo, aunque mi termostato y mi tolerancia al agua fría haya cambiado por completo (no puedo creer que no me cagara de frío cuando chico!!).
Desde entonces que el mar me ha encantado, con su magia y su majestuosidad.
De mi casa se ve el mar, pero la orilla nomás. Da simplemente para decir que se ve el mar. Quisiera poder ver el horizonte azul desde mi ventana. Levantarme y estirarme mirando el mar. Ver en las noches su eterna oscuridad, escuchar el murmullo cantante de las olas.
Espero alguna vez vivir en una ciudad con mar, y en una ventana abierta poderlo recibir cada mañana en mi vida. Si puede ser en compañía de mis pibes aún mejor.

11/20/2007

Aviones y motos - Reign over me


El tema de las torres gemelas da para mucho. era lógico que vendría un andanada de películas sobre el tema, con distintos enfoques, pero en general, la historia eran los aviones, el desastre, los buenos y los malos (aunque todavía no se bien quienes son unos y otros). Salvo un par de excepciones, eran películas desechables (en el primer lugar acá está la de Stone, que bodriazo).
El otro día ví una de éstas, pero en este caso, de las buenas. Acá no hay aviones, con suerte hay un scooter que se roba la película. Acá la historia no es el accidente, sino que el accidente es la vida de una persona, que pierde a su familia en el choque.
Me imagino que de éstas historias podrían ser miles, lo que pasó con todos los que perdieron a alguien, las tramas que tomaron sus vidas, las curvas peligrosas. Los nuevos inicios y los finales anticipados.
Acá aparece Adam Sandler, en el centro de la tormenta que le dejó este episodio. Una tormenta que ciertamente está dentro de su cabeza, y que de tanto buscar por donde salir se olvidó de abrir la puerta. Ya he tenido palabras de elogio para Sandler en este blog, y acá las reafirmo. El tipo es muy buen actor, sin dudas. Que se dedique también a hacer de idiota en muchas películas no se si es un piropo o si efectivamente cae de inmediato a la categoría de idiota profesional. Sin embargo, cuando le toca interpretar a personajes más complejos, más perturbados (como en Punch, Drunk, Love) el tipo sale jugando. Y como los grandes. Con esta película me pregunto aún más de donde vienen sus reservas para tanta locura.
Por el otro lado, esta historia se une con la de Cheadle (otro capo, sin dudas), que no necesita una tragedia para ver también como su vida se va para el agujero. Entre ambos empiezan a ver por donde está la salida. Se dan cabezazos, se tropiezan, se pierden. Pero se acompañan.
No se si esta película puede ir en la categoría de peliculón o que. Sólo se que es muy emotiva, quizás de un modo bastante simple, sobretodo como resuelve algunas de las historias de amor que hay dentro, pero no por simple deja de ser bella.
Es también una historia sobre la amistad, sobre la compasión, mal entendida como un puente, y sobre como tirar abajo ese puente para seguir adelante. Sobre la lealtad y las posibilidades de volver a empezar. Más ligero y sin trancas.
Era necesario contar una historia distinta, eso sin dudas. Independiente de todo panfleto respecto del 11-s, muchas vidas se quedaron allá, y de los que quedaron acá no conocemos mucho. Bien por Binder en eso, se ganó un poroto.

11/19/2007

Tráfico

Siempre me da por buscar metáforas para tratar de verle un sentido distinto a las cosas, momentos, lugares. No es que carezcan de sentido por sí solas, simplemente es parte de un ejercicio de mirar todo mil veces. Por eso, en la 1001, las cosas se vuelven, sin buscarlo, y menos quererlo, en una metáfora de lo que alguna vez pudieron ser.
A veces no llego tan lejos. Hay cosas que no requieren de mucho esfuerzo para entrar directo al cerebro. Que se plantan delante sin pretensiones, y que por su sola imagen llenan todos los sentidos.
Ahora no quiero ver metáforas. Ahora quiero empezar a cerrar un poco la mirada. Acortar un poco la pluma también. No quiero irme tan lejos. Quiero aprender con una sola vuelta, no es necesario el mareo. Al menos no siempre. Después quedarme con eso, no estirar de más la cuerda, simplemente porque no hay razones para eso.
Con lo que tengo, estoy bien. Con lo que estoy encontrando estoy aún mejor.
Siempre hablo de los viajes también. Acabo de llegar de uno y todavía no logro ver donde empezó. Menos se adonde va a llegar.
La mochila la llevo puesta desde hace rato, pero la carga no es la misma de siempre. ahora llevo menos cosas, las que tenía se me fueron gastando, otras las regalé por el camino, la mayoría las perdí, algunas las olvidé, simplemente.
Ahora voy llenando la mochila otra vez. Maldición, al final, todo termina en más metáforas.

11/16/2007

Santa Tereza

Como se podrán haber dado cuenta, estuve de vacaciones, en Río. Ya puse algunas cosas, pero acá va otra. Esto lo escribí arriba de una micro, de Santa Tereza a Copacabana. Puede sonar algo pegado, tanto de Brasil no, pero bueno, prefiero dejarlo acá, el cuaderno se puede perder... esto es cuando ya me estaba por volver.
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De Río puedo decir muchas cosas: algunas lamentablemente no se pueden poner en palabras muy fácilmente. Las personas que conocí, por ejemplo. Los lugares que aparecen de repente, sin previo aviso. La densidad de las nubes que bajan por los morros, el color del atardecer, el verde. El sabor del mango y del maracuyá. La temperatura de la cerveza.
Todo esto suma para dar un resultado inolvidable. Lo único claro es que voy a volver, más de una vez, porque esta es la puerta de entrada. La salida no se alcanza a ver desde acá.
Falta poco para irme, pero mucho menos por hacer. Lugares a los que no quise ir, porque me los guardé, para otra, o quizás para imaginarlos simplemente.
Me traigo muchas cosas, ideas y sensaciones, colores, imágenes, muchas luces. Adoquines caminados y calles y más calles. Un pedazo de cielo adentro de cada ojo. Miles de sonrisas y el sabor salado del aire de mar.
Esto es como la primera despedida. Las fotos prefiero contarlas en palabras, aunque sea más difícil. La primera que saqué me la acuerdo. Del balcón de la casa del gordo. De noche, con las luces de la ciudad.
El día que llegué ganó Flamengo, así que la noche estaba para celebrar. Tiraban fuegos artificiales en las favelas. Fuegos y tiros. Es raro el sonido seco de la metralla. Estaban contentos los muchachos. Bueno, en el fondo, Río me saludaba.

11/14/2007

Novela

Que terrible. Tengo ganas de escribir una novela. El problema es que sólo tengo las ganas.
Me faltan algunas cosas.
Detallo.
No tengo una historia. Por lo general, suelo escribir sobre mi mismo. Que autorreferente. En realidad, no exactamente sobre mi mismo, sino sobre cosas que me pasan o que pienso. En algunas el protagonista soy yo. En otras algunos de mis demonios más amigos. Mis ángeles aparecen poco.
Entonces, de donde saco una historia? Podría pensar en que he vivido poco y me faltan experiencias. Podría pensarlo, pero no creo que sea así. Prefiero pensar en que no me atrevo mejor. O que tengo que canalizar mejor las ideas. O ser más creativo. Tengo algunas ideas, o mejor dicho, algunas esperanzas.
Lo seguro es que tendría más lágrimas que sonrisas, pero éstas últimas serían de las buenas. Sería más al aire libre que en una pieza.
El protagonista sería hombre, y tendría el corazón semi roto, si es que se puede tener el corazón así. La causa de la ruptura no está clara, pero hay dos mujeres que algo podrían decir al respecto.
Habrían más puertas abiertas que cerradas.
Al protagonista le gustaría mucho caminar.
Sería en Santiago. Pero con frío, no del bueno.
Todavía no se si terminaría bien o mal. Ja, hablo del final. El colmo.
El protagonista viviría en dos mundos. O mejor en tres. Dentro de su cabeza.
Bueno, otro de los problemas, es que no sabría como escribir una novela. Lo más largo que he escrito es de una página.
En fin. No tengo historia y menos sabría como escribirla.
Ojo, tengo la voluntad, que puede ser más importante que las dos cosas anteriores.
Así que en cualquier momento me largo en este viaje.
Hace poco leí un libro sobre un escritor que escribe una novela, y eso me entusiasmó (en un resumen bastante amplio). Me faltaría un cuaderno azul con tapa de cuero, empastado a mano, y fabricado en Portugal. En su reemplazo tengo una libreta tipo croquis, del cartón más barato, y comprada en Río. Visto desde ese lado no voy tan mal. Me falta la mano de Auster igual, pero al menos le puedo robar algunas ideas. Los agujeros, podría ser. Las realidades paralelas. Ambas cosas me gustaban de antes, así que técnicamente no sería un robo, sino una coincidencia.
Quien sabe, quizás me meto en uno de esos agujeros y no salgo más...

Río y me río

Ya estaba empezando a pensar que mi viaje a Río había entrado en una especie de sinopsis de eterno resplandor. No había caso, las imágenes se borraban, se iban, se rompían, o simplemente, desaparecían.
Ya sé que en el post anterior dí una luz de esperanza, gracias a mis afanes artísticos y mi incipiente carrera como dibujante, pero creo que con la máquina de fotos me resulta mejor. Definitivamente mejor. Bueno, hoy hubo una luz, o algo así como una sonrisa, y pude recuperar las fotos perdidas, al menos las que alcancé a sacar antes del colapso tecnológico.
Algo se puede ver. Al final, de todas maneras, creo que los dibujos muestran todo mejor. Pero dibujos tengo pocos...
Ahora me doy cuenta que saqué pocas fotos. Que en realidad, las anduve idealizando un poco. Me explico. Al no tenerlas, pensé que había perdido parte del ciaje, al menos en los recuerdos que no pude dejar nítidos en algo más que mi memoria, algo deteriorada a estas alturas, y de la que cada vez desconfío más.
Resulta que ví las fotos y me desilusioné un poco, quizás habría sido mejor que quedara como estaba. ¿No será esto parte de mi eterna pelea? Necesito invariablemente ponerme en la vereda de enfrente. Sin las fotos, lo único que quería era tenerlas, y ahora que lo hago, me vienen a la cabeza estas huevadas. No hay caso.
Lo mejor, les podré mostrar a mis hijos las fotos, que son quienes menos me compraron la parada del dibujante, y definitivamente no les bastó con ver mis dibujos.
Prometo escanearlos y ponerlos, para cortar el misterio, digo.
Bueno. Va una tira de fotos.

11/06/2007

Croquis

Conseguí cuaderno y lápiz. Ahora hay que empezar a llenar las hojas. La sensación es la misma de siempre, pero en este caso el lugar es otro. Lugar en este caso también pasaría a tener una concepción bastante más amplia que la geografía.
Lugares que se van acumulando unos encima de otros. Ya puse algunos acá. Dusculpen las interferencias, es que llueve sin parar hace varios días. Por mi parte, y valga la redundancia, ya me convertí en parte de esta tormenta, quizás antes de partir hacia otros rumbos ya la llevaba adentro, desatada, o bien, en potencia.
Por qué será que el sol no se deja ver? Que estará tramando?
Para tranquilidad propia, y ajena, en el caso que corresponda, debo decir que para este croquis las manos, creo, son las mismas. Los miedos también son los mismos, de eso estoy seguro. Al final no se de que tranquilidad hablo.
Poco a poco voy dejando atrás las herramientas, que en un arranque de soberbia me decían al oído que las agarrara, como si fueran mis propios recuerdos. Las dejo atrás o son ellas las que me dejan? Bueno, yo lo dije primero, así que me gano el derecho de dejar atrás todo lo que quiera.
Las fotos están ahora en la cabeza, y los registros los quedo debiendo.
El lápiz toma la posta. Los dibujos también los debo. En realidad no los debo, porque no creo que los entregue. Si para escribir me asaltan desde 3 hasta 7 demonios, para dibujar ya perdí la cuenta cuantos eran.
Las líneas irán formando los objetos para reemplazar a los perdidos. Los círculos marcarán los caminos más cercanos primero. De a poco, estarán cada vez más lejos. Pero de a poco, esa es la gracia. Habrá que ver si logro terminar este cuaderno, o si al menos lo logro empezar.

Río

Aipim
Mangã
Farofa
Maracujã
Melancía
Frango
Muqueca
Mamaõ
Abacaxi
Hortelã
Jengibre
Feijaõ
Coxinha
Salgados
Camaraõ
Laranja
Limaõ

11/04/2007

Río

Santa Tereza
Lapa
Flamengo
Botafogo
Copacabana
Ipanema
Leblon
Lagoa
Bondinho
Meia meia um

11/01/2007

Flavio Soto

Así se llama el campeonato de baby de mi trabajo. Se inscribieron 14 equipos. Exultante estoy ahora, de que mi equipo, del que soy DT, ya está en semifinales, en la mejor campaña de la historia, desde 2003. Acá va el relato.

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29-10-07

Dedicado a Rons Mery.

En una tarde que ya pintaba especial, empezaron a llegar los jugadores, desde temprano, uno por uno. Al rato estaban todos en la cancha, vestidos, esperando que empezara el partido. La ocasión era única hasta ahora, Grito de Gol peleando por un pasaje a las semifinales, con todas las opciones abiertas, y dependiendo sólo de su juego. Ganando estaban en semis.
El partido empezó y ya se adivinaba un trámite rudo. El equipo blanco mostró un juego áspero desde el inicio, pegando en todas las jugadas divididas. Los rojos tuvieron dos jugadas claras de gol al inicio, pero los jugadores no estaban finos. En una desaplicación, los blancos ganaron la espalda en defensa y marcaron el 1-0, hacia finales del 1er tiempo, en un partido claramente dominado por los rojos, con más fútbol. El juego se iba poniendo cada vez más rudo, y a Ratón no paraban de pegarle. Incluso estuvo a punto de irse a las duchas por devolverle unos golpes a uno de los blancos. Amarilla para los dos. En una jugada trabada los rojos lograron el empate, tras una subida de Tuto y un rebote que le quedó a Ratón, que lo definió. Ratón estaba prendido, conectándose con PPPivote en el armado.
Al entretiempo los rojos se fueron con mucha impotencia, por todas las oportunidades desperdiciadas y por la cantidad de patadas recibidas. Pero conscientes de poder dar vuelta el resultado, como en tantas otras oportunidades en este campeonato. Aparte, grito tenía recambio y podía darle aire al equipo. A poco andar el 2do tiempo, sin embargo, el equipo blanco metió dos goles, en sendas desaplicaciones defensivas. Los rojos estaban nerviosos, y cayendo en el juego propuesto por el otro equipo. Juego sucio.
Pero como ya es costumbre, Grito no baja los brazos. Ya lanzados al ataque, en un corner, Balón de gas conectó un impecable cabezazo para poner el 3-2, dedicándoselo a su polola que miraba desde afuera. Arriba el equipo, se veía venir la levantada, pero los golpes continuaban, y el partido se ponía cada vez más difícil. El partido estaba durísimo, y en una gran jugada de Balón de Gas, emulando la cucharita de Vidal, le pone el pase gol a Hijo del Viento, amigo de las redes, que empujó la pelota a la red luego de un rebote. 3-3 señores, y la clasificación al alcance de las manos.
En una jugada descalificadora, Papi Ricky recibe una patada monumental, a la cual reacciona. Roja para los dos. El partido, a pesar de las expulsiones, no se calmaba. Siguieron los roces, expulsaron Cesario, capitán de Grito, que le gritaba al árbitro que no robara. Y cayó el 4-3 para los blancos, se veía difícil el final. Otro conato y Tuto a las duchas, junto con un blanco, que le lanzó un escupitajo, dos jugadores menos, ahora el partido era 3 contra 3. En este escenario, Grito se veía mejor, los blancos estaban cansados. No tardó en caer el 4-4, y en las celebraciones, uno de los blancos le pegó un golpe de puño por la espalda a Tuto, que le celebró el gol en sus narices. El partido no podía continuar, arrebatándole a Grito la posibilidad de ganar en cancha. Ahora debían esperar otro resultado.
En esta oportunidad, los dioses del fútbol estaban vestidos de rojo. Grito a semifinales.