8/19/2009

Kill Gil

Estos días han sido marcados. No son normales para nada. Cada vez que Charly asoma la cabeza, algo tiene que pasar. Y en este caso, es con la cara más gordito, y con un inusual tono saludable.
Es como para desconfiar, pero la verdad es que me da lo mismo. Cuando supe que va a venir a tocar, me entró una ansiedad que ya había sentido en otras épocas, cuando me repetía recitales sin mayores preguntas que saber donde buscar. Cuando repetía canciones para tratar de que llegaran aún más lejos.
Sacando cuentas, vengo escuchando a Charly desde hace más de 20 años. Junto con los Beatles, creo que serían los primeros tracks de mi cassette.
El primero fue uno de sui generis, que antes fue de mi prima Laura, y que seguramente fue de alguien más antes que de ella, porque era viejo y sin caja. Después piano bar, después clics modernos, después el gran rex, primero con parte de la religión, después con como conseguir chicas. Tuve el cartel de ese disco pegado en mi pieza mucho tiempo, tamaño original, ocupaba toda la pared. Salía Charly con sus músicos, todos vestidos de mujer.
Después me vine a Chile, y en mi walkman no podía traer otra cosa que un cassette de charly, que me regaló mi amigo Diego, que era un pirata de la presentación de piano bar, grabado en obras por su hermana, creo.
Así podría seguir mucho rato, contando los recitales de acá, los buenos, los malos y los inolvidables. Los que me perdí también, porque una cosa es que me guste charly y otra muy distinta que me guste gastar plata para ver como putea a la gente. Me arrepiento de no haber ido cuando estuvo en el festival de viña y cuando tocó con sui generis en el velodromo del nacional (o fue el court central?) Del resto no hay resentimiento.
Ahora viene en octubre, voy a ir sin dudas. Si tengo que vender la entrada para Depeche mode, lo haré. Me gustaría ir con mis hijos, a su edad yo ya tenía varios cassettes...

Montaña

Hoy abrí la ventana y se me cayó una montaña encima. Parece que tenía que llover como anoche para volver a mirar a contramano, un intermedio extraño entre mirar para atrás, pero un poco hacia arriba.
Cada vez que me asomo agradezco tener ese cielo. En fin. Son reflexiones de invierno, bastante típicas desde hace varios años.
Ahora queda esperar que vuelva a aparecer este cielo.
Nunca sabré que tan fuerte es este pretexto para volver a escribir en este blog, porque no es primera vez que hablo de esto. Pero honestamente, puedo decir que es un segundo en que uno puede sentir incluso que se detiene todo lo demás. Es ahí cuando respiro profundo, y feliz. Pase lo que pase.
Leo esto y lo encuentro bastante fome, pero no me importa, más rato voy a escribir sobre Charly.