7/28/2010

Por siempre Granate!!!




En un día como hoy, hace ya 20 años, empezaba mis primeras clases en el colegio acá en Chile. Era todo muy extraño aún. Había terminado hacía poco el mundial de Italia 90, que nos afanaron sobre el final con unpenal inventado.
En un día como hoy no fui al colegio. Me hice mi primera cimarra y me fui para el centro, paseo ahumada. Lanús se jugaba el ascenso en la cancha de quilmes.
A la cancha empecé a ir como a los 5 años, iba con un compañero de colegio y su papá. Después con mis amigos del barrio. Siempre ví a Lanús en la B, como un equipo de mitad de tabla, hasta el año 89. Ese año estuvimos a punto de ascender. A falta de algunas fechas, llevábamos mucha ventaja, que se diluyó y terminamos perdiendo en la última fecha.
Nunca había visto a Lanús en primera.
El 90 me vine a Chile, y justo ese año Lanús ascendió. El técnico era Miguel Angel Russo. Grande Russo.
En un día como hoy, hace 20 años, tenía 13, igual que mis hijos. Llegué al paseo ahumada sin conocer mucho donde estaba. Sabía que en los kioskos vendían los diarios de Argentina. No tenía forma de saber como había salido Lanús. No había internet y los llamados telefónicos salían un huevo. Me fui kiosko por kiosko preguntando si me dejaban hojear el diario. En varios me dijeron que no. Hasta que un señor me dejó. Ansioso, nervioso me puse a buscar. Lanús ascendió, ganó a penales en la cancha de Quilmes. En ese momento, pendejo y todo, lloré. Por alegría de mi club, por la pena de no haber estado allá, por la pena que tenía en ese momento de estar en otro país, sin mis amigos y mi familia.
El señor del kiosko me preguntó y le dije que el club de mi barrio había ascendido, le expliqué esto mismo y me sonrió, con algo de extrañeza.
Ahora, 20 años después recuerdo este momento y me vuelvo a emocionar. Me acuerdo del uruguayo, Gilmar Gilberto Villagrán, ídolo granate de los 80. Pienso también en lo chico que era y en las cosas que hacía. No puedo dejar de pensar en mis hijos y en las cosas que hacen con la misma edad. No puedo dejar de pensar en como pasa el tiempo y como acumulamos memoria.
Tiempo después Lanús salió campeón. Ahora es distinto, todo se ve en directo. Esa vez yo estaba acá, mi amigo Luciano estaba en Houston y Norberto, el papá de Luciano estaba en la tercera bandeja de la bombonera. Cuando nos vimos después de eso, me tenía guardada la entrada, y me recibió en la puerta de su casa con el equipo de lanús completo, hasta con las medias.
Pasa el tiempo y me siento cada vez más afortunado. Aguante Lanús, ahora y por siempre.

7/20/2010

Algo nuevo

No puedo decir que no escribía por falta de tiempo, porque tiempo es lo que muchas veces sobra, aunque uno se convenza de lo contrario. Tampoco puedo decir que vuelvo por arrepentido, porque sería mentira. Vuelvo porque me gusta, tiene más cercanía quizás. O simplemente porque en un momento en que no se me ocurrió nada más que hacer, llegué sin querer hasta acá.
Esta sería lejos la sequía más larga, pero al cabo que importa.
Este blog lo hice para escribir de variadas cosas. Revisando, me di cuenta que hace 4 años escribí sobre el mismo sufrimiento que hace poco me volvió a atacar, y de manos del mismo responsable. Tanto tiempo puede dibujar un camino con subidas y bajadas, con encrucijadas. Con precipicios, con entradas y salidas. Con desvíos. Sin rumbos, sin señales. Con huellas bien marcadas. Con caminantes.
Ahora me dispongo a un nuevo viaje. Quizás el más importante que haya hecho jamás. No sólo porque se me ocurrió cambiar de continente, de idioma, de actividad y de familia. Sino porque arrastro las ganas de la vida, de la incertidumbre, de intentar, de dar el salto sin importar si hay donde caer. Entre tantas cosas que no se, hay algunas pocas que no incomodan ni tampoco insegurizan. El viaje ya está acá nomás.