6/20/2006

3 cosas

La semana que recién pasó fue bastante movida, por decirlo de alguna forma. O mejor dicho, bastante significativa. En ese corto lapso tuve la intención de dejar posts por tres motivos, los cuales mencionaré de manera sucinta.

1.- Cumpleaños Nº9 de Gabriel y de Xabier.
2.- Nueva Pega.
3.- Argentina 6 - Serbia y Montenegro 0.

Cada uno en su propia dimensión, han hecho de estos días algo muy agradable. Con los niños he aprendido a mirar en ellos lo que soy, y la satisfacción de ver como crecen y se van convirtiendo en personas que darán mucho que hablar, por lo menos dentro mío.
Gabriel es cada día más impresionante. Su forma de pensar las cosas y sus reacciones ante lo que conoce y lo que no conoce no dejan de agradarme. Me encanta que vaya encontrando sus lugares en el mundo, que vaya afirmando la confianza sobre su propia persona y que se de cuenta de que lo que piensa empieza a tener más cuerpo e identidad. Me encanta mi hijo y lo adoro.

Xabier es un personaje. Impulsivo. Explosivo. Tiene toneladas de energía por liberar y montones de formas por descubrir. Me emociona como enfrenta las cosas y lo valiente que es. Su historia lo acompaña a diario, sus ganas de vivir son sobrecogedoras.

Ambos tiene cosas malas, pero no viene al caso. Desde cualquier punto de vista, el balance de estos nueve años es sobresaliente y lejos lo mejor de la vida. La felicidad de los niños es mi felicidad, y en eso no hay muchas vueltas. No es posible describir lo que se siente al verlos sonreír, al verlos compenetrados en sus misiones imposibles. Muy cursi será, pero el publicista que hizo la campaña de mastercard la pegó en el palo, para todo lo demás, existe mastercard. La pura y santa verdad. Espero que mi hermano se despache alguna vez una publicidad de ese estilo. Estaría bueno.

Punto 2. Mi nueva pega. Importante decir que es parte de un proceso que me toca muy profundamente. La necesidad del cambio, en todo sentido, cobra realidad en este tipo de cosas. Espero que esta sea una gran oportunidad. Espero aprovecharla al máximo y que sea el inicio de cosas mejores. Segunda felicidad.

Punto 3. Vamos Argentina. Nunca había estado tan nervioso antes de un mundial. No cabe explicar lo que se siente, porque no tiene palabras para expresarlo. Sólo decir que me froto las manos pensando en la selección y la imagen de mi abuelo gritando el gol de burru en la final del 86 se me viene a la cabeza una y mil veces. De todos los recuerdos que me van quedando, ese está en el top 2, seguro, junto con mis primogénitos (no es un contrasentido, en este caso son dos).

Al final este post pareció un telegrama. Espero ir agarrando vuelo más adelante. En el fondo, para esto también escribo este blog.

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