8/22/2008

Don´t give up

Extracto de un diálogo con mi amigo Pedro Gabriel

PG: de que se trata esto?
MR: que cosa?
PG: esta visita?
MR: nada, ayer no fue un buen día.
PG: pero le ganamos a brasil.
MR: si, los pasamos por arriba, es verdad.
PG: entonces?
MR: Tienes razón. Al mal tiempo buena cara.
PG: Eso, no te rindas. Para eso estamos los amigos.
MR: Gracias. Ahora me voy al trabajo, en la bici...

8/13/2008

Pimienta

Hace poco leí una columna sobre una periodista que manifestaba su profundo amor y pasión por la pimienta. No la pimienta en polvo, ni siquiera la pimienta del molinillo, sino que en grano, entera y explosiva. Picante en la lengua y en toda la boca. Crujiente en cada mordisco.
Desde chico he tenido la suerte de que las comidas siempre han sido un elemento importante en mi vida. Mi mamá y mi papá son excelentes cocineros, y delante mío han pasado platos que se los quisieran en muchos restoranes que cobran de a 5 dígitos por plato. Por eso no me gusta mucho ir a comer afuera.
Recuerdo también con mucha, pero mucha nostalgia las cenas de Yom Kipur, con unos banquetes alucinantes, después de un día de hambre. Todo sea por empezar de cero.
Volviendo a la pimienta. Yo recuerdo cuando chico, en aquellas comidas que tenían granos enteros de pimienta que evitaba morderlos. Los saboreaba un rato y me los tragaba enteros, evitando que estallaran en la boca. A veces los dejaba al lado, apartados en los bordes del plato. Morder una pimienta era una invasión total de sabor. Porque la boca te queda en esa frecuencia nomás.
Quizás terminaré escribiendo de lo mucho que me gusta comer, de todo lo que disfruto no sólo con el sabor de la comida, sino con sus olores y sonidos, los colores, las texturas.
Y con esto de la pimienta me lamenté de no haber explorado también esa sensación que describía la mujer.
Hay un actor de apellido pimienta. No se si será su nombre artístico o real, pero de todas formas, en su apellido lleva mucho. Ser pimienta no es ser cualquier cosa.
De chico me conformaba con los peta zetas, que explotaban, pero sin picante. Ahora pienso en morder pimientas y tomar vino tinto.