1/25/2007

Buenos Aires

Bueno, había pasado largo tiempo desde la última vez que escribí. Muchas cosas también han pasado en este largo tiempo.
Algo puse de mi cumpleaños. Ahora ya miro el mundo con 30. La otra vez discutía no me acuerdo bien con quién (en realidad si me acuerdo, pero da lo mismo... no es el punto) sobre las fechas, los años y esas cosas. Me decía que daba lo mismo, que no tenían importancia, que dependía de cada persona. Bueno, en esto último quizás estoy de acuerdo, dependen de cada uno, porque en mi caso, es completamente distinto. Para mí las fechas son importantes, dejan huellas, marcan épocas, ordenan la memoria.
Entonces, empezamos con la navidad que me regaló una sobrina hermosa. Seguimos con el año nuevo, en onda muy positiva, quizás augurando un buen año. El cumpleaños fue también una pausa en momentos especiales en este camino que voy llevando. Con emociones fuertes y abrazos profundos. Extrañé mucho a mis hijos en ese momento. El aniversario nuevamente nos agarró en otro país, esto ya se hace costumbre, donde será el próximo año (brasiiiiiiiilllllllll, por favor!!!!!). Champagne, asado, abrazos y mucha energía.
Esto último fue en Buenos Aires, y para allá iba este post, para comentar mi paso por la ciudad que tanto me revuelve el espíritu. Cada vez que voy, además de preguntarme todo el tiempo cuando volveré nuevamente, siempre me invade la idea de pensar si alguna vez voy a volver a vivir allá. Se me abren tantas ideas y emociones que me cuesta mantenerlas a raya. A mis amigos los quiero tanto, y me entregan tanto cariño que me cuesta pensar que sea yo quien lo provoca. A mi familia me gustaría tenerla cerca todo el tiempo, poder estar con ellos no sólo en situaciones de visita, sino también en lo cotidiano. Hablar boludeces y perder el tiempo tranquilo. Salir de paseo a cualquier lado, a ningún lado. Querer y dejarse querer. Amarse y enojarse para volver a lo mismo.
Buenos Aires, no nos une el amor sino el espanto. Igual Borges fue un poco exagerado, no es espanto, es simplemente encanto, expresado desde todas sus formas posibles, hasta convertirse en una nube gris que te sigue, pero que cada tanto te deja ver. Espero volver a pasear en esa nube otra vez, y otra vez... y así quizás hasta donde.
El futuro entonces puede traer nuevas fechas, nuevos momentos y nuevos lugares. Puede ser cualquier lado, pero Buenos Aires siempre estará en el mismo lugar.

1/08/2007

Ahora sí

Me permito unas pocas líneas, no porque quiera ser muy conciso, sino más bien porque estoy algo apurado y con muchas cosas por hacer en el poco tiempo que me queda para que empiecen a llegar los invitados.
Llegaron los treinta, y la verdad de las cosas, es bastante menos tremendo de lo que uno se puede imaginar. Ahora me hace más sentido lo que me dijeron una vez, que los 27 era el principio del punto sin retorno, que a partir de ese momento uno miraba con otros ojos la vida, con los ojos de una juventud con más experiencia sobre la espalda.
Bueno, acá estoy. Con 30 pirulos. Con menos dramas. Con más energía. Con menos prejuicios (aunque conservo los más importantes). Con menos panza (lo cual contradice un poco la lógica).
No tengo mucha cabeza ahora para poder elaborar con mayor finura lo que pasa por mi cabeza. En los próximos días lo haré. Ahora me permito prepararme para disfrutar de una celebración sencilla. Rara también porque será la primera que paso sin los niños, que sin duda estarán presentes, aunque no de cuerpo entero.
Bueno, un saludo para todos. Me siento bien de cumplir 30 años.
Chau.