11/14/2007

Novela

Que terrible. Tengo ganas de escribir una novela. El problema es que sólo tengo las ganas.
Me faltan algunas cosas.
Detallo.
No tengo una historia. Por lo general, suelo escribir sobre mi mismo. Que autorreferente. En realidad, no exactamente sobre mi mismo, sino sobre cosas que me pasan o que pienso. En algunas el protagonista soy yo. En otras algunos de mis demonios más amigos. Mis ángeles aparecen poco.
Entonces, de donde saco una historia? Podría pensar en que he vivido poco y me faltan experiencias. Podría pensarlo, pero no creo que sea así. Prefiero pensar en que no me atrevo mejor. O que tengo que canalizar mejor las ideas. O ser más creativo. Tengo algunas ideas, o mejor dicho, algunas esperanzas.
Lo seguro es que tendría más lágrimas que sonrisas, pero éstas últimas serían de las buenas. Sería más al aire libre que en una pieza.
El protagonista sería hombre, y tendría el corazón semi roto, si es que se puede tener el corazón así. La causa de la ruptura no está clara, pero hay dos mujeres que algo podrían decir al respecto.
Habrían más puertas abiertas que cerradas.
Al protagonista le gustaría mucho caminar.
Sería en Santiago. Pero con frío, no del bueno.
Todavía no se si terminaría bien o mal. Ja, hablo del final. El colmo.
El protagonista viviría en dos mundos. O mejor en tres. Dentro de su cabeza.
Bueno, otro de los problemas, es que no sabría como escribir una novela. Lo más largo que he escrito es de una página.
En fin. No tengo historia y menos sabría como escribirla.
Ojo, tengo la voluntad, que puede ser más importante que las dos cosas anteriores.
Así que en cualquier momento me largo en este viaje.
Hace poco leí un libro sobre un escritor que escribe una novela, y eso me entusiasmó (en un resumen bastante amplio). Me faltaría un cuaderno azul con tapa de cuero, empastado a mano, y fabricado en Portugal. En su reemplazo tengo una libreta tipo croquis, del cartón más barato, y comprada en Río. Visto desde ese lado no voy tan mal. Me falta la mano de Auster igual, pero al menos le puedo robar algunas ideas. Los agujeros, podría ser. Las realidades paralelas. Ambas cosas me gustaban de antes, así que técnicamente no sería un robo, sino una coincidencia.
Quien sabe, quizás me meto en uno de esos agujeros y no salgo más...

2 comentarios:

yus dijo...

yo le cambiaria el corazon por un pez... un hombre con un pez por corazon. el aire lo hace dudar y prefiere siempre sumergirse... al final tiene q optar por las branquias o los pulmones.

Mariano Rosenzvaig H. dijo...

Está buena la idea, bien surrealista sí. Me gusta lo de la opción, dos caminos y todo el peso de tener que optar todo el tiempo.