9/24/2008

Songoro Cosongo

El nombre no refiere a Nicolás Guillén, no al menos de manera directa. No tendría más propiedad para hablar de ese libro que un viejo archivo mp3 que bajé de internet en mis primero años de internet (uff, como por el 93), en conjunto con otras lecturas de Cortázar, el discurso final de Allende y otros materiales de corte revolucionario que me movían en esos tiempos. No es que ahora no sea revolucionario, pero al menos antes quería cambiar el mundo con ideas distintas a las que tengo ahora.
Me desvié un poco. El nombre del post, en este caso, es el de la banda de mi amigo Arturo, que me hizo conocer también a otros grandes amigos.
El martes tocaron en la sala master y aún se me mueven las patas, no se si por emoción o por falta de sueño, o exceso de cerveza, o ganas de seguir bailando. O todo lo anterior.
Los caminos siempre se tuercen, a veces para bien, a veces para mal. En este caso, agradezco y me conmueve haberme cruzado en este camino, haber cumplido una promesa que no recordaba haber hecho, y que ahora que la recojo, me emociona. Los abrazos son sinceros y los sentimientos ya están guardados.
Este sábado van de nuevo, esta vez con el Inti, en una vuelta más de esta loca carrera que ojalá no se acabe.
Dejo el myspace, para los incautos que leen este blog y que quieran escuchar buena música. Si pueden, quieren o si se atreven, vayan el sábado al cine alameda. Y para mis queridos lectores del otro lado de la montaña (que también es mi lado, ojo), lo pueden ver allá también, vean las fechas en el myspace.
Todavía se escucha... Songo no se va.

PD, este es el post nº 100, debo celebrar?

1 comentario:

yus dijo...

yo voy, pero me quedo a la fiesta